El método Knapen se ha aplicado con éxito desde hace más de 4 siglos a la solución de problemas de humedades en los edificios mediante la utilización de higroconvectores fabricados con diferentes materiales y dimensiones.

En la antigüedad se fabricaban con barro cocido en hornos a más de mil grados de temperatura, se pueden encontrar sobre todo en Iglesias y grandes edificios públicos, son mas frecuentes en Países como Italia, Francia y Alemania.

Desde el higroconvector fabricado con cerámica y con terracota ( arcilla cocida) que para su instalación necesitan practicar orificios en los muro a tratar con un diámetro muy elevado hemos llegado a HigroStop que solo necesita un orificio de 16 milímetros de diámetro.

Los orificios de grandes dimensiones son complicados de realizar y en el caso de ser muy numerosos y situados a corta distancia uno de otro pueden desestabilizar la estructura.
En zonas sísmicas pueden incluso llegar a ser peligrosos frente a las sacudidas horizontales.

 

La evolución de los materiales y técnicas de fabricación nos ha llevado a HigroStop que para conseguir el mismo efecto implica una instalación mucho mas sencilla y exenta de riesgos estructurales para los edificios tratados.

Los orificios mas pequeños, no perjudican la estabilidad del muro y se puede así reducir la distancia entre cada HigroStop, haciendo mas eficaz el efecto barrera y en consecuencia llegaremos en menos tiempo a secar la humedad desde el nivel del HigroStop hacia arriba.

Aviso importante: si la distancia entre los HigroStop es excesiva (mas de lo recomendado) el sistema no va a funcionar ya que podrían quedar puentes que la humedad por capilaridad podría aprovechar para franquear la barrera constituida por una o mas filas paralelas y alternadas de HigroStop.

Es muy importante respetar la inclinación hacia arriba del orificio donde se va a instalar el HigroStop, una inclinación insuficiente inhibe su funcionamiento hasta el punto que puede llegar a ser totalmente ineficaz si no se instala correctamente.